"Oh, señor, si te rindo culto por miedo al infierno, hazme arder en él. Si te adoro por las esperanzas en el paraíso, prohíbemelo. Y si te adoro por ti mismo, no me prives de tu belleza eterna" Oración del Islam sufí. (Rabi'a al-'Ada-wiyya de Basra, 713-801). Sí el crecer y convertirse en gente más o menos lúcida radica, como se cree (como lo creo (como decido creer)) en tomar aquellas posturas, aquellas decisiones que sean más honestas (cercanas) con nuestra forma de pensar, con nuestras creencias, con nuestros motivos, con los más sinceros intereses en certidumbre con nuestra condición específica; y ya qué, como bien sabemos, ninguna de estas puede ser absoluta (es decir, no hay alguna que elimine al resto) podemos deducir que cualquier postura tendrá su reverso, su antitesis, su rival, su correspondiente contradicción. Y más aún, es probable que no sólo tenga una, sino varias, que se le enfrentarán y le plantarán cara (ojalá). La existencia humana se convierte